MANDALA Y LA MANIFESTACION DEL SELF


El mandala es tanto la representación del universo como la del self. Es un lugar sagrado en el interior de uno mismo. Al "entrar" en el mandala y "caminar" hacia su centro el ser humano es guiado a través de los procesos de desintegración y reintegración.
Representa un camino hacia ese centro en nuestro interior, que Jung llamó self. Cada mandala que una persona dibuja representa una de las infinitas manifestaciones del self, y el mandala es, en palabras de este autor, "un refugio seguro para la reconciliación interna y plenitud".

EL MANDALA EN LA NATURALEZA


El mandala o las representaciones cíclicas en círculo es algo que podemos ver por todas partes, tanto en la naturaleza como en el arte de diferentes países y culturas. Los mandalas de arena construidos por los monjes tibetanos, los de los indios navajos o las ruedas solares paleolíticas son un ejemplo de ellos. Representan patrones que encontramos en biología, geología, química, física y astronomía. De hecho, cada célula que compone a los seres vivos es un círculo con un núcleo, y cada átomo que compone el universo es también un mandala. No es extraño, por tanto, que estos dibujos circulares y cíclicos ejerzan tanta fascinación en el ser humano.